Rizólisis
La rizólisis que tiene origen en las facetas articulares de la columna.
Las facetas articulares son las articulaciones posteriores del segmento vertebral y tienen la función de estabilizadores posteriores, su alteración puede ser degenerativa o por sobrecarga inflamatoria. Su alteración es causa de dolor posterior en la columna, conocido como síndrome facetario.

Diagnóstico
El diagnóstico del síndrome facetario es mayoritariamente clínico con el apoyo de pruebas de imagen. En un primer momento el tratamiento es conservador, cuando este no sea suficiente y el dolor sea de larga evolución e impida una actividad normal es cuando se puede realizar como tratamiento una rizólisis por radiofrecuencia para disminuir el dolor.
Las articulaciones facetarias están inervadas por terminaciones nerviosas que provienen del denominado “ramo posterior”, el cual es accesible mediante la infiltración con aguja sin necesidad de realizar ninguna incisión.
Técnica Rizólisis por Radiofrecuencia
La rizólisis es una técnica ambulatoria que se realiza en quirófano, con el paciente en
decúbito prono para la zona dorsal – lumbar y en decúbito supino para la zona cervical. Se
realiza anestesia local en la zona a puncionar, posteriormente se realizan las punciones
con agujas especiales que portan un catéter con una punta emisora de radiofrecuencia. La
colocación de las agujas se realiza bajo control con Rx y una vez colocadas se realizan
unos tests motores y sensitivos para asegurar la correcta colocación de las agujas.
Una vez esto realizado se procede a realizar la lesión por radiofrecuencia de las
terminaciones nerviosas procedentes del ramo posterior, lo que neutraliza las fibras que
transmiten el dolor al cerebro, durante un período prolongado de tiempo.
El procedimiento dura unos 30 minutos y posteriormente el paciente permanece en el
centro médico unas 2 horas, pudiendo trasladarse a su domicilio posteriormente sin
necesidad de cuidados especiales y siendo totalmente autónomo.


Resultados
El paciente es dado de alta con medicación analgésica para los primeros días, ya que en
algunos casos persisten molestias residuales del tratamiento en los días posteriores.
El efecto máximo de la rizólisis se da entre la segunda y la tercera semana posterior al
tratamiento. La experiencia demuestra que es un método que da buenos resultados en un
elevado porcentaje de pacientes, con un mínimo riesgo.